El agua es vida, ocupa casi un 70% de nuestro cuerpo, y ese mismo porcentaje lo abarca en el planeta que habitamos. Es parte esencial de nuestra existencia, nos abraza por dentro, y nos mantiene de pie. Si la observamos bien, podremos encontrar en ella, pequeñas enseñanzas para enriquecer nuestra mente y alma.
Al igual que nosotros el agua crea caminos, fluye, se expande.
A lo largo de la vida cometemos errores, pero también tenemos nuestros aciertos.
Nos ha pasado de quedar estancados anímicamente a causa de una compleja situación, pero en algún momento, a nuestro tiempo y forma, logramos moldear un nuevo camino para salir adelante.
El agua nos enseña que todo pasa.
Cuando avanzamos en la vida, hay muchas cosas que dejamos detrás; pero, a veces, suele suceder que en algún momento y por un largo período de tiempo, arrastramos con nosotros algún que otro pesar, que nos hace sentir un alud de emociones que ralentizan nuestro deambular. Pero ese ciclópeo que se manifiesta y nos obstaculiza la existencia, se diluye una vez que atendemos y entendemos el dilema que nos abruma.
Debemos aprender a erosionar los problemas como el agua lo hace con las rocas, y eso sólo se lo logra con sabiduría; la misma que cultivamos con el tiempo.
por Luis Escudero
Al igual que nosotros el agua crea caminos, fluye, se expande.
A lo largo de la vida cometemos errores, pero también tenemos nuestros aciertos.
Nos ha pasado de quedar estancados anímicamente a causa de una compleja situación, pero en algún momento, a nuestro tiempo y forma, logramos moldear un nuevo camino para salir adelante.
El agua nos enseña que todo pasa.
Cuando avanzamos en la vida, hay muchas cosas que dejamos detrás; pero, a veces, suele suceder que en algún momento y por un largo período de tiempo, arrastramos con nosotros algún que otro pesar, que nos hace sentir un alud de emociones que ralentizan nuestro deambular. Pero ese ciclópeo que se manifiesta y nos obstaculiza la existencia, se diluye una vez que atendemos y entendemos el dilema que nos abruma.
Debemos aprender a erosionar los problemas como el agua lo hace con las rocas, y eso sólo se lo logra con sabiduría; la misma que cultivamos con el tiempo.
por Luis Escudero